Pese a que su radio de acción es pasto de minorías, Paul Collins es uno de esos nombres del mundillo que no requieren presentación: piedra fundacional del Power Pop, primero junto a The Nerves y más tarde liderando a los fundamentales The Beat, para, a comienzos de los 90’s iniciar una singladura en solitario cuyos ingredientes no distan mucho de los empleados con anterioridad, esto es, gusto por las melodías y las guitarras cristalinas sin renunciar por ello a un sentimiento urgente, cuasi-punk.
Este veterano del Rock and Roll vuelve al ruedo discográfico proclamándose, modestia aparte, “King Of Power Pop” y para la ocasión se aleja de su ciudad adoptiva, Madrid, poniendo rumbo a Detroit a las órdenes del otrora bajista de The Dirtbombs, Jim Diamond. Eso sí, que nadie se espere un imprevisto viraje al garage pantanoso, el tito Paul sigue fiel a su fórmula. Más aún, en “King Of Power Pop” se aprecia un viraje a las raíces del género, una vuelta a lo básico, puesta de manifiesto mediante unas guitarras á la The Byrds y unas canciones que bien podrían ser del periplo británico de los Flamin’ Groovies (A los que de hecho tributa versionando su “You Tore Me Down”).
En este disco hay espacio para pildorazos como la inicial “C’mon Let’s Go” y “Doin’ It for the Ladies”, texturas acústicas en “Many Roads to Follow”, momentos puro Nerves como en “Losin’ Your Cool”, el guiño a los Box Tops con la consabida “The Letter”, la combinación de High Energy y preciosismo (marca de la casa) de “Kings of Power Pop”…
En definitiva, si tienes en estima a bandas como The Plimsouls, Flamin’ Groovies, Nerves y lo que ha venido haciendo el señor Collins hasta la fecha, mucho me temo que tienes una cita con su majestad el Rey del Power Pop.
