Se me ocurren muchas bandas que podrían estar en el Rock and Roll Hall of Fame. Se me ocurren algunas otras que no deberían, definitivamente. Y podría decir algunas que siguen si estar presentes y que todo buen rockero de pro debería sentirlo como un insulto personal. Por eso me parece una gran noticia que la Alice Cooper Band por fin sea reconocida con este honor. Algunos dirán que dudoso honor, pero en este mundo de ahora en el que se da la terrible paradoja de que con toda la información del mundo al alcance del ratón, las nuevas generaciones parecen cada vez más desinformadas en cuanto a Rock se refiere, no creo que sea nada malo que el núcleo más carca de la industria discográfica reconozca a la Alice Cooper Band. Más vale tarde que nunca, que decía aquel.
Y eso que en los 70, muchos veían en Alice Cooper un engendro más visual (todo aquello del Shock Rock, recordad) que musical. Y sin embargo los casi innumerables himnos que facturaron en discos como “Billion Dollar Babies” o “School’s Out” están fuera de toda duda hoy en día. Después con el señor Vincent Fournier en solitario la cosa acabó degenerando bastante durante la década de los 80, y aunque tuvo discos notables también durante aquella etapa, no fue hasta la edición de “Trash” que facturara un álbum digno de la leyenda (esto es por supuesto una opinión personal, aún a sabiendas de que musicalmente, y me refiero al estilo y no a la calidad, no es comparable a las obras setenteras). Pero en lo que sí estaremos todos de acuerdo es que el éxito de “Trash” posibilitó que toda una nueva generación de fans descubirera la obra del maestro, tanto en “solitario” como con la banda. Los últimos años también nos han deparado discos notables tras el estancamiento que sufrió Cooper-Fournier en los años noventa, y sus últimas giras han representado un sueño hecho realidad para muchos de sus fans. Así que me da alegría decir que tenemos Alice Cooper para rato, y la semi reunión que parece que va protagonizar (se habla incluso de nuevo material) con la Band pinta muy bien. Lástima que en 1997 perdiéramos a Glen Buxton. ¡Enhorabuena Glenn (allá donde estés), Alice, Neal, Michael y Dennis!