El maestro del cine italiano Dino de Laurentis murió anoche a los 91 años. Teniendo en cuenta su edad, diremos que la ha palmado de viejo, La mayoría de vosotros, llegados vía Google, no tendréis ni puta idea de quién era, así que os explicaré: entre otras quinientas películas más produjo “Conan el barbaro”, y podría mencionar también “La Strada” o “Serpico”, pero aunque la historia de Zampanó me tira mucho, mi producción favorita entre las suyas es “Barbarela”.
El productor de la versión setentera de “King Kong”, con una Jessica Lange absolutamente imbatible en lo que a calidad tetera se refiere, murió en su mansión de Beverly Hills rodeado por su familia el pasado jueves y puntualizamos este punto porque en la profesión sin ser un hombre odiado, tampoco era la chica mas popular del baile.
Como productor era el señor que ponía el dinero y como tal, era figura omnipresente en todos y cada uno de los rodajes en los que ponia la pasta, cortando las alas a los directores siempre que fuese necesario. Afamado es el caso de “Dune” en el que metió tanto la mano que su director David Lynch sigue a día de hoy renegando de la pelicula.
Probablemente haya sido una de las figuras que más palos ha tocado en el mundillo del cine, gente como corman estaba presente en todas las películas basureras de la segunda mitad del siglo pasado, pero De Laurentis estaba tanto en lo bueno como en lo malo, en la basura y en las mejores producciones. Con Fellini llevo adelante “La Strada”, y treinta años despues haría “Flash Gordon” o “Conan”.
Dino de Laurentis deja toda una herencia de productores en su descendencia, sobre todo su hijo mayor que sigue su camino de productor fumador de puros, pañuelo de seda al cuello y chaqueta de pata de gallo.
