Siempre es una buena noticia que los de Chapel Hill estén de vuelta, máxime cuando lo hacen con su primera entrega con material original desde el pantanoso y algo lejano “Mojo Box” (entre medias hubo un par de directos y su peculiar álbum de versiones, “Countrypolitan Favorites”). Lo hacen
recién liberados de su valedora hasta hace bien poco, Yep Roc Records, y, cómo si quisiesen iniciar una nueva era, bautizando a sello y disco con el nombre del estudio de grabación que posee Rick Miller, Kudzu Ranch. Viva la autogestión.
El disco abre fuego con “Bone Dry Dirt”, un tema puro SCOTS, raunchy, con algo de Bo Diddley pasado de vueltas; “It’s The Music That Make Me” es uno de esos pildorazos de Rock and Roll en los que Mary Huff, como es mandado, se pone al micro y que siempre son de agradecer; desenfreno hilbilly en “Pig Pickin'”; Mary juega a ser Wanda Jackson en “Highlife” ; Instro-Rock vintage de rigor con “Slinky Spring Milt”. El intento de sacarse de la manga una banda sonora de peli de terror con tintes surf de “Montague’s Mystery Theme” es resultón sin más, si bien la vacilona “Are You Ready For The Country?” vuelve a poner las cosas en su sitio. “My Neighbor Burns Trash” suena a delicioso Folk, mientras que “Bad Boys” pone de nuevo el Rock n’ Roll sobre el tapete, y como suele suceder con las canciones en las que la bajista lleva la voz cantante, de mis favoritas. En “Busy Road” agitan una vez más su consabida coctelera de Raunch n’ Roll, Country y Surf para entregarnos una de las cimas del redondo, para acto seguido echar el cierre con la instrumental “Jack’s Tune”.
En el apartado de versiones se atreven a fusionar la ahora tristemente célebre “Come As You Are” con “Lucifer Sam”. Nirvana y Pink Floyd. A priori dos de las bandas que menos encajan en el imaginario de los SCOTS, aunque el hecho de que la interpreten en clave instrumental les ayuda a salir airosos del trance.
En definitiva, lo han vuelto a hacer, así que si los echabas en falta o andas a la búsqueda de un poco de R’n’R de primera clase con un punto kitschy ya estás tardando en hincarles el diente.
