Por mucho que uno intente evitarlo, es imposible hablar de How to Destroy Angels sin hacer referencia a Trent Reznor. Y es que por mucho que él haya intentado pasar desapercibido (imáganes promocionales dando la espalda y cediendo todo el protagonismo a Atticus Ross y sobre todo a Mariqueen Maandig), el EP de debut de How to Destroy Angels bien podría ser un lanzamiento más de Nine Inch Nails. Los NIN de las últimas obras si hubieran tenido una voz femenina al frente, por supuesto, aquellos que suenan más ambientales y trip hoperos.
Y esta es una de las claves de este EP, tanto que incluso algunos han hecho comparaciones con grupos concretos de la oleada del Trip Hop de los 90. No vamos a entrar en paralelismos musicales estúpidos porque el talento de Reznor ha quedado demostrado con creces a lo largo de los años. Además tampoco estaría de sobra dar algo de crédito a Ross o a Maandig (de la que por cierto todavía no tengo demasiado claro si ella es la Yoko Ono de esta historia).
Lo que está claro es lo que decíamos más arriba: How to destroy Angels no supone una ruptura de Reznor con su pasado, sino más bien la acentuación de una de sus facetas musicales. Faceta que, por otra parte, era cada vez más presente en sus últimas composiciones. Los seguidores de los NIN más hardcorianos probablemente detesten un disco como este; mientras que su público más indie-electrónico gozará de estas seis canciones como si de una rareza de la banda se tratase.
Los simplemente fans lo verán como lo que es: un nuevo capítulo más en la carrera del genio de Pennsylvania. Y algunos incluso, aquellos que ya hayan asimilado que NIN son, al menos en su versión en directo, algo del pasado, lo disfrutarán como tal. Porque dentro de este EP hay material muy interesante, como el primer single “The Space in Between”, canción que lo abre y cuyo luctuoso video es de lo más bello que se ha visto en los últimos tiempos. En “Parasite” es quizás donde más se reconozca al Reznor de “With Teeth” en adelante, al igual que en “Fur Lined”, tema compuesto alrededor de una línea de bajo y que podría encajar perfectamente en “Year Zero”. Quizás la canción más interesante de todas. “BBB” es un machacón tema de la vertiente “tecnológica” en el que Maandig repite una y otra vez el mantra “listen to the sound of my big black boots”. “The Believers” es lo menos recomendable de todo, un tema en la línea más experimental. Para finalizar tenemos el clásico piano de Reznor en “A Drowning”, canción muy apropiada además para cerrar el EP.
De momento no sabemos si HTDA tendrá continuación, pero desde luego sería interesante ver a Reznor sobre un escenario cediendo todo el protagonismo a su esposa. Tendremos que esperar al menos hasta que “How to Destroy Angels” se edite en formato físico.