Backyard Babies – 20th Anniversary Tour (Barcelona/Bilbao)

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Sala Bikini, jueves 4 de febrero de 2010

El pasado jueves, Backyard Babies callaron muchas bocas. Entre ellas la mía. Efectivamente, hacía tiempo que los suecos no estaban muy arriba en mi ranking de bandas a tener en cuenta. Sus dos últimos lanzamientos no me acabaron de convencer, e incluso no asistí a las correspondientes giras, aunque, según algunos testimonios, no fueron eventos especialmente memorables.

Pues bien, todo eso ha cambiado. Vaya si ha cambiado. Coincidiendo con el lanzamiento de su soberbia box-set/libro, “Them XX”, -cuya reseña pudisteis leer en esta, vuestra Rock and Roll site favorita-, Backyard Babies se han embarcado en una gira para celebrar sus veinte años en el negocio. Una gira que, según prometían los propios interesados, iba a ser algo muy especial. Y voto a bríos que lo está siendo. El reclamo del aniversario, con set list bastante más largo que de costumbre y la inclusión de temas desterrados hace tiempo del repertorio del grupo, era, a priori, muy interesante, pero la sombra de sus últimas e irregulares actuaciones por estas tierras, nublaba un poco las expectativas. Amigos, estábamos muy equivocados.

Vayamos ya a lo que dio de si la noche. La sala no comenzó a presentar un aspecto saludable hasta casi el final del show de los teloneros de esta gira, Tracy Gang Pussy. Odio ser negativo, pero es que, comenzando por el nombre del grupo, y terminando por todas y cada una de sus canciones, los galos no eran más que un copia-pega del manual del rockero de pro, con un guitarrista que era un “quiero y no puedo” de Dregen. Y poco más. Era como escuchar la misma canción en bucle, y para eso ya están los Ramones o los Misfits, que, dicho sea de paso, lo hacen con bastante más gracia.

Puntualmente, a las 21:15, los Babies tomaron por asalto el escenario de la sala Bikini. “Backstabber” fue el pistoletazo de salida, seguida de “Made me Madman”; y cualquier duda que albergara sobre el estado de ánimo del grupo se disipó tras esos dos puñetazos en la boca del estómago. Para entonces la audiencia estaba ya completamente entregada. Dregen no paraba, insisto, no paraba ni un momento. Sigue siendo un auténtico vendaval en escena, y su actitud no ha variado ni un ápice en todos estos años. Johan y Peder estaban engrasadísimos, y en particular el rubio bajista parecía bastante más animado que de costumbre. Sin embargo, no las tenía todas conmigo en cuanto a Nicke. Durante el siguiente tema, “Devil May Care” se le vio bastante errático, y, aunque la cosa mejoró bastante durante “Dysfunctional Professional” (uno de los mejores temas de la última etapa del grupo), el diminuto frontman no acaba de despegar.

“Wireless Mind” y sobre todo el siguiente tema acabó de poner las cosas en su sitio. Amigos, hay un antes y un después de haber vivido “Babylon” en directo. Aquello se vino abajo, con cada “Shut Up!!” coreado por la audiencia. Y ahí sí pudimos ver ya al mejor Nicke de los últimos tiempos. De acuerdo, ya no es aquel punk rocker con pelo de punta, pero, ¿a quién demonios le importa? Sigue sabiendo cómo manejar a una audiencia, y cada vez canta mejor. Para continuar la fiesta, “Highlights”. ¿Hace falta decir algo más? ¿Delirio? ¿Felicidad? Para entonces, todo eran miradas cómplices entre Nicke y Dregen (que llevaba una sonrisa de oreja a oreja), y hasta temas como “Brand New Hate” o “Too Tough to Make Some Friends”, que nunca han sido de mis favoritos, me sonaron a gloria. Bajaron un poco las revoluciones con una “Abandon” absolutamente deliciosa, para continuar con una de las grandes sorpresas de la noche, “Fill Up This Bad Machine”, el cual, se alargó cuando parte del publico empezó a corear el inmortal “Hey ho, let’s go” de Ramones. Unas apabullantes “Ghetto You”, “Little Suzy”, y, sobre todo “(Bombed) Out of My Mind” pusieron la sala al rojo vivo, y tras una soberbia “One Sound” y “Nomadic”, el grupo se retiró de escena por primera vez.

No hizo falta mucho para que volvieran a aparecer, y después de un “Minus Celsius”, versión karaoke…ladies and gentlemen: “Look at you”. Por un momento volvió a ser 1998. Probablemente la mejor versión del tema que he visto desde aquel ya legendario show en Mephisto. La noche era tan fantástica, que hasta algo tan inocente y “bubblegum” como “People Like People Like People Like Us” consiguió casi la misma respuesta que cualquier tema de “Total 13”. Pero todo se acaba en esta vida, y “Robber of Life” (Dioses, que canción tan maravillosa!) sirvió como perfecto colofón. Veintitrés temas, casi dos horas de show, y una de las mejores veladas rockeras que el que suscribe ha vivido últimamente.

Ahora solo espero que, una vez más me tenga que tragar mis palabras, y este periodo de descanso sea únicamente eso. Porque ahora, con mas razón todavía, puedo afirmar que el mundo, definitivamente, necesita una banda como Backyard Babies.

hellspawn

Kafe Antzokia, sábado 6 de febrero de 2010

Un par de días después de su descarga en Barcelona y tras haber pasado por Madrid, Backyard Babies llegaban a Bilbao con todo vendido. La situación era tal que algunos fans venidos desde Francia o desde el sur de España preguntaban desesperadamente junto a las taquillas del Kafe Antzokia por entradas sobrantes. Algunos finalmente consiguieron el preciado trozo de papel, pero otros suponemos que se quedaron sin premio.

En cualquier caso no deja de ser sorprendente que una banda tenga que anunciar su retirada o una gira especial para volver a congregar a un público numeroso, aunque también tengo que decir que Backyard Babies se han ganado a pulso que muchos de sus primeros fans se hayan desentendido de su carrera en los últimos años. Personalmente no he disfrutado ninguno de sus discos plenamente desde hace ya varios álbumes, y he de decir que me ocurrió lo mismo con su concierto del sábado.

Llegados a este punto parece que entre mi compañero de columna y sin embargo amigo y yo nos hayamos echado a suertes quién iba a hacer de “poli bueno” y que yo haya perdido. La realidad es que salvo contadas excepciones, los temas de los Backyard Babies post, no digo ya “Total 13”, incluso “Making Enemies Is Good”, no me llegan. Y lamentablemente la banda tenía que dar testimonio de esa llamémosle segunda época (quizás deberíamos decir tercera, porque el cambio estilístico entre “Diesel & Power” y “Total 13” es notable). Con buen criterio además, aunque para mí habría sido preferible una gira temática de esas que tanto se llevan ahora, tocando íntegro “Total 13” y posteriormente una selección de temas del resto de su carrera. Pero por otra parte eso nos habría privado seguramente de escuchar un “Electric Suzy” por ejemplo.

Y eso que la cosa pintaba bien: el inicio con “Backstabber” y “Made Me Madman” era mejor de lo que podía imaginar, y creo que por primera vez en las, creo, seis veces que he visto en directo a la banda, el segundo de los temas era perfectamente reconocible desde el comienzo. No quiero hacerme repetitivo con el setlist porque como se puede apreciar, el repertorio fue calcado al de Barcelona que ya nos ha contado helspawn. Pero curiosamente los temas más aplaudidos fueron los de “Making Enemies Is Good”, disco que en su momento fue bastante polémico, aunque para servidor con poder haber escuchado por fin “Babylon” en directo ya había merecido la pena. Y es que siempre he creido que la de los Babies es superior al original de Faster Pussycat, que suena más acartonada y menos festiva.

Pero en conjunto el concierto tuvo sus altibajos, y quiero recalcar que esto es una opinión personal, porque el público que abarrotaba el Kafe Antzoki disfrutaba de lo lindo. Lo mejor para mí los temas antiguos, aunque me habría gustado escuchar algo más de “Diesel & Power”. Al final tampoco estuvo tan mal para un sábado por la noche…

Natxo G.

 

Foto Barcelona: hellspawn

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