Otra banda imprescindible que nos deja. Efectivamente, después de ocho años, tres discos y multitud de conciertos, Michael Monroe y Andy McCoy dan carpetazo nuevamente a la banda de su vida. Parece ser que últimamente ninguno de los dos estaba mucho por la labor de grabar un nuevo disco bajo el nombre de Hanoi Rocks, y, haciendo gala de la coherencia que caracteriza a estos dos sujetos, han preferido cortar por lo sano, e intentar seguir con sus carreras por separado. Pero duele quedarse una vez más sin Hanoi Rocks. Mucho.
Por lo menos, se han despedido a lo grande con este DVD, que documenta el último de los seis shows que ofrecieron a modo de despedida, en el Tavastia Club de Helsinki. “Buried Alive” supone un perfecto epitafio (permítanme que continúe con el símil funerario). Mas de dos maravillosas horas de concierto; una autentica lección magistral de lo que debe ser una banda de Rock n’ Roll sobre un escenario. Michael Monroe es la encarnación del frontman definitivo; Andy McCoy (que podría haber muerto ya cuatro o cinco veces) ha perdido algo de su garra escénica, pero sigue despidiendo actitud por todos sus poros. Conny Bloom y A.C. Cristell demuestran en este show que son lo mejor que les pudo pasar a los dos lideres de Hanoi Rocks. Dos auténticos dandys de escenario: todo glamour, clase y estilo. Y Jolie Atlagic cumple con creces su cometido.
El set list es de órdago. Treinta y dos cortes (32), que repasan toda la trayectoria del grupo, desde las primerizas, e imprescindibles “Tragedy” (¿a alguien se le ocurre una forma mejor de iniciar el concierto?), “Love’s an injection”, “11th Street Kids” o “Café Avenue”; pasando por clásicos del calibre de “Mental Beat”, “Malibu Beach Nightmare”, “Oriental Beat” o “Underwater World”, hasta temas de sus últimos discos como “Street Poetry”, “Delirious”, o las apabullantes “Obscured” o “Hypermobile”. La banda suena espectacular. En ningún momento parece que sea un concierto de despedida, si no fuera por algunas caras cubiertas de lágrimas en las primeras filas. Las buenas vibraciones reinan por todo lo alto en el escenario. Guiños de complicidad entre Michael y Andy. Solos compartidos con Conny Bloom. Besos, abrazos. Es imposible no contagiarse de esa actitud.
Como no podía ser de otra forma, hay invitados especiales durante el show. Nasty Suicide, guitarrista original, se vuelve a calzar su guitarra para interpretar junto con sus antiguos compañeros una tremenda rendición de “Travellin’ Band” de Creedence (tema que ya solía interpretar junto a McCoy en su andadura como The Cherry Bombz), y dos absolutos temazos como son “Lost in the City” y “Taxi Driver” (probablemente, mi tema favorito del grupo). “Up Around The Bend”, sirve de broche final a la noche, con el simpático Lacu, anterior batería, haciendo coros, y Nasty de nuevo en el escenario.
La única pega que se le puede poner al DVD es que no contiene apenas extras. Un breve documental de la última semana de la vida de Hanoi Rocks, y una galería de fotos. Hubiera sido de agradecer un extenso reportaje sobre esta ultima etapa del grupo, o algunos clips de actuaciones en las TVs escandinavas, aunque no seré yo quien se queje.
Sí, amigos, Hanoi Rocks han pasado a mejor vida, pero, como pudisteis leer en esta misma página, Michael Monroe ya se ha puesto manos a la obra con una banda de ensueño. Y la cosa promete ser muy grande.