Hay que reconocer que el primer contacto con este disco fue buenísimo: el nombre de la banda y la portada del disco me hicieron salivar cual perro de Pavlov. En mi cerebro ya sonaban ecos de dobles bombos, voces guturales y desgarradas, así como proclamas anti sistema. Pero fue darle al “play” y los primeros acordes de “Emergency House Party” me dejaron bien claro que los tiros iban por otro lado.
Los sones más saltarines y simples del Hardcore melódico se apoderan de principio a fin de este el quinto disco de American Steel, y la verdad es que tras el paréntesis de cinco años que se han tomado los cuatro miembros de la banda para grabar este disco el resultado no ha sido todo lo satisfactorio que debiera haber sido. Es innegable que saben moverse en diferentes registros, algunos mas fiesteros como “You’re ass ain’t Laughing Now”, otros mas pausados como “The Blood Gets Everywhere”, e incluso debemos reconocer que saben repartir cera… Pero con todo ello el resultado final nos deja fríos. Les falta ese punto que por ejemplo poseen Against Me (que te pueden gustar o no, pero tienen “ese algo”) u otras bandas con recientes publicaciones en el sello del “orondo” Mike.
A estas alturas de la película, el Hardcore melódico se encuentra en un cruce de caminos donde la duda entre “comercializar” los sonidos y aspirar a triunfar entre los más jovenes, o mantenerse fiel a los ritmos que en los 90 nos pusieron a toda una generación a brincar y cantar, hace que muchas bandas se pierdan en un limbo de “ni chicha ni limoná”.
American Steel llevan muchos años en la carretera y poseen una discografía sólida, pero el rumbo adoptado en esta su reaparición, nos hace pensar en que o pegan un pelotazo gracias a un canal de televisión musical, o tendrán poca atención de un público resignado pero hambriento de reencontrarse con su juventud. ¡Seguiremos esperando!
