No esperaba ver en pleno 2009 a una banda como The Boys. Cierto es que de un tiempo a esta parte muchísimos grupos han protagonizado retornos, algunos más forzados que otros, pero The Boys simplemente se reunen en ocasiones bien contadas. Nada de giras largas y planificadas. En los últimos años han hecho unas pocas fechas en su Inglaterra natal y en Japón (aquí otros que son “big in Japan”) más algunas actuaciones sueltas en otros países.
Con la excusa de la reedición de sus discos por parte de un sello italiano, hicieron este tour de tres fechas por el país (Roma, Milán y Bolonia), para dentro de unos meses ir a la tierra del sol naciente donde resulta que venden bastante bien gracias en parte a versiones y comentarios halagadores que les brindaron en su día Thee Michelle Gun Elephant.
Antes de la salida de los británicos, el legendario TV Smith junto con los Valentines a modo de banda de acompañamiento, hizo entrar en calor a los asistentes recuperando los clásicos de su etapa al frente de los Adverts.
Tras la despedida de TV Smith con un gran “don’t take shit from no one, goodbye!!!” salieron finalmente The Boys. Lo que siempre me ha atraído de ellos y que a la vez les ha ha distinguido de toda la hornada punk británica de los 70’s son sus adictivas melodías pop que en ciertos casos les empareja más con Cheap Trick o con los Heavy Metal Kids que con el clásico punk reivindicativo.
Si es que lo de la reivindicación está muy bien para un rato, pero también es grande escuchar piezas sobre temas algo más triviales, pero no menos interesantes, como comer orugas (“Warm Song”), sobre la primera vez (“First Time”), sobre amores con fecha de caducidad (“Terminal Love”) que a la vez sirve para rendir tributo a sus héroes (Elvis, Bolan, Hendrix,…), sobre las grandes urbes (“Living in the city”), etc…
Se reparten las voces entre Matt Dangerfield, Honest John Plain y Duncan “Kid” Reid quedando bien clarito quién es el “dictator for life” del grupo. Las broncas que repartía el amigo Plain en cada fallo tonto o acople eran de escándalo. Tenía su gracia. No sé si siempre debe ser así o simplemente tenía el día girado pero bueno, a un hombre que ha grabado esos cuatro primeros discos con los Boys más el imprescindible “Daily Misery” (The Crybabies) junto a Darrell Bath, se lo vamos a perdonar.
Terminaron sonando “Rue Morgue”, “Cop Cars”, “Brickfield Nights” (uno de los mejores temas no ya suyos, sino de todo el movimiento), “Kamikaze”, para acabar tal y como empezaron con su discografía, con el trallazo “Sick on you”.
Uno se alegra al ver que empiezan a recibir un cierto reconocimiento que en su día no tuvieron o simplemente que se sigan acordando de ellos. Obviamente no es nada masivo pero fue bonito ver como algunos jovencísimos punks se iban de la sala con algún CD de los Boys recién comprado y firmado.