AC/DC – Milan (21-03-09)

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Qué gustazo ver triunfar de esta manera a una de las pocas bandas que han llegado a lo más alto sin ceder un ápice de su integridad, girando por toda Europa, reventando todos los pabellones por donde pasan, vendiendo millones de copias de su última obra y contando los conciertos de presentación de ésta por sold outs absolutos, ¡para que luego digan los amargados de siempre que el “RNR is dead”! Milan no fue una excepción y los tickets para los dos conciertos que daban en la ciudad se agotaron a los pocos minutos de ponerse a la venta. ¡¡¡La reventa de tickets horas antes del concierto rondaba los 250 euros!!!

Calentaron el ambiente (cómo si hiciera falta) los irlandeses The Answer, uno de los mejores grupos noveles de Hard clásico que se puede escuchar hoy en día. Al finalizar, tensa media hora de espera escuchando viejo blues hasta que se apagaron las luces y las pantallas proyectaron el cachondo corto animado del “RNR train” desbocado, empezaba la experiencia AC/DC.

“RnR Train”, “Hell ain’t a Bad Place to Be” y “Back in Black” como triplete de presentación. Nada mal, ¿no? Ahí teníamos a Angus con su “duck walk” de un lado a otro, a Brian Johnson derrochando simpatía, y a Malcolm, Cliff y Phil sosteniéndolo todo. Dieron un buen repaso a su último disco (genial “Anything Goes”), y aparte de “Thunderstruck”, el resto es, pues eso, clásicos de toda la vida: “The Jack”, con el número del striptease, “Dirty Deeds Done Dirt Cheap”, “TNT”, “You Shook Me All Night Long”, “Hell’s Bells” con Brian Johnson columpiándose en la campana,… Son todos esos detalles que uno ha visto incansablemente una y mil veces en la pantalla pero ahora están simplemente ahí, delante de tus ojos. Impresionante el trabajo de los gorilas sacando a gente continuamente de las primeras filas y repartiendo botellines durante la traca final con “Whole Lotta Rosie”, “Let There Be Rock” con Angus revolcándose por los suelos desde una plataforma elevada. Terminaron con las inevitables (y ya van…) “Highway to Hell” y “For Those About to Rock (We Salute You)” con los cañonazos a modo de despedida. Dos horas que pasaron en un abrir y cerrar de ojos. En definitiva, una experiencia para vivir como mínimo una vez en la vida. En unos días el RNR train se planta en España; a disfrutarlo, al menos los afortunados que habéis conseguido entradas.

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