Si hay algo que divide a la comunidad del hardcore más pesado, aquel que de core sólo conserva el nombre y que en la práctica es más metal que otra cosa, es el cómo se debe bailar en los conciertos. Con gran frecuencia hay fricciones entre la peña ultratatuada y medio motera con otra más, ejem, sensible. Entre ambos, grupos como Bury Your Dead, cinco estadounidenses con ocho años de trayectoria, que alientan –o contienen– a su público como buenamente pueden.
Para dilucidar el fenómeno del baile semi violento, conocido como mosh, interrogamos a Mark Castillo, batería original de la banda y admirador de Tomas Haake (Meshuggah), Morgan Rose (Sevendust) y Vinnie Paul (Pantera). “Depende de cómo seas, algun@s chic@s bailan un poco más duro que otr@s. Algun@s no lo hacen en absoluto, a otr@s les gusta embestirse entre ell@s. Todo depende de dónde estés y qué les guste hacer a l@s chic@s. A veces pasa que a algun@s les gusta bailar duro y otr@s prefieren sacudir las cabezas, y la cosa se pone fea”. El baqueteador aprecia una diferencia fundamental entre Europa y Norteamérica. “Parece que por aquí [estaban de gira con Parkway Drive, entre otros] todo el mundo se lleva bien. He estado en muchas situaciones en las que he pensado: ‘oh dios, va a haber pelea’, y ha resultado que no, y tod@s han estado a buenas con tod@s. Es extraño”. Cabría preguntarse hasta qué punto el combo puede controlar la situación. “Generalmente cuando hay pelea les pedimos que paren. Tod@s estamos aquí por el mismo motivo, porque queremos ver a los grupos que tocan, y nosotros estamos aquí para tocar para vosotr@s. Así que las peleas son… Es difícil de explicar, pero no las fomentamos. No decimos: ‘oye, tú, pelea contra est@’, sólo queremos que todo el mundo se lo pase bien. Eso es lo que hacemos (…) Volverte loco y empezar un motín son dos cosas distintas, como lo son pasarlo bien y hacer daño a otr@s. Siempre decimos a la gente que se lo pase bien, que se vuelvan loc@s y se desmadren…. pero lo llevan al siguiente nivel si quieren, y no lo puedes parar. Lo van a hacer en cualquier caso”. ¿Así que piensas que es únicamente responsabilidad del público? “Depende del público, aunque en un momento dado lo puedes parar, si se desmadra demasiado. En el peor de los casos el grupo deja de tocar. Nosotros lo hemos hecho en una o dos ocasiones, para asegurarnos de que las cosas estaban bien”. Sobre este tipo de conciertos suele revolotear “Not Just Boys Fun”, canción feminista compuesta por los legendarios 7 Seconds hace ya un cuarto de siglo. Y bien, ¿se trata solamente de diversión para chicos? “No lo sé. No sé cómo funciona eso, digamos que ya no estoy al tanto. Por lo general es un tanto incómodo ver a chicas meterse en el ajo, aunque algunas son muy buenas. Es medio extraño ver a una tía pegar un puñetazo en la cara a un tío, y no pasa nada. Así que sí, si una chica se quiere meter en el tema, que lo haga, que se lo pase bien”. El vocalista Myke Terry hace acto de presencia, y aprovecha para discrepar de manera jocosa: ”No me gusta verlo, porque los chicos no son muy respetuosos. Una chica se mete, la noquean… y una chica sin dientes, nadie quiere algo así (risas). ¡No puedo besar a una chica sin dientes!”.