Whitesnake – Barcelona (Sala Razzmatazz 25-07-2008)

3.7/5 - (35 votos)
De un tiempo a esta parte, Whitesnake (o lo que es lo mismo, David Coverdale y los que sean) se están dejando caer bastante a menudo por estas tierras. Ya son tres visitas en los últimos cuatro años; aunque en este caso, existe el aliciente de que la banda se encuentra de gira presentando su reciente y esplendido trabajo “Good to be Bad”, para el que suscribe, uno de los mejores lanzamientos musicales en lo que llevamos de año.
 

A estas alturas todo el mundo debe tener claro lo que tiene que ofrecer la Serpiente Blanca en 2008. Mr. Coverdale se empecina en intentar hacernos olvidar prácticamente todo lo que fue Whitesnake hasta 1987, año de la edición de su celebrado disco homónimo, y solo rescata algunas gemas anteriores a esa etapa. Con lo cual, el que asista a un concierto de Whitesnake, pensando que va a encontrar a un grupo de músicos de blues tocando en un local cargado de humo, que se vaya olvidando, o se va a llevar un gran chasco.

Pero vayamos a lo que dio de si el show. Esta vez no hubo lugar para banda telonera. lo cual, viendo lo que uno tiene que soportar a veces con los “artistas invitados”, no deja de ser una ventaja. Con puntualidad británica, y mientras los allí presentes nos ahogábamos en nuestro propio sudor (¡qué calor, por los Dioses!) aparecieron sobre las tablas los actuales miembros de Whitesnake, a saber: los ya habituales Reb Beach y Doug Aldrich, a la guitarras, Timothy Drury a los teclados, y la nueva sección rítmica compuesta por el dinámico bajista Uriah Duffy y Chris Frazier, a la batería, acompañando, como no, al maestro de ceremonias, David Coverdale.

La banda, todo hay que decirlo, salió a matar con el tema que abre su último disco, el tremendo “Best Years”, y casi sin parpadear, cayeron “Fool for Your Loving”, “Can You Hear the Wind Blow” (otra novedad; hasta cinco cayeron durante el show), y una emotiva “Love Ain’t No Stranger”, dedicada al ex-guitarrista de Whitesnake, el recientemente fallecido Mel Galley, y sin duda, uno de los mejores momentos de la noche. Definitivamente, Coverdale ha encontrado en Doug Aldrich, a una mano derecha digna de John Sykes o Adrian Vandenberg. El tipo es un absoluto monstruo en escena, y toca como los Ángeles. Reb Beach tambien es un gran guitarrista, pero, por favor, ¡que alguien le saque del letargo en que se sume durante los conciertos!

Otro tema nuevo, “Lay Down on Me”, dio paso a la inevitable “Is This Love”, la cual hizo las delicias del sector femenino de la audiencia. El sonido no estaba siendo demasiado bueno, y hay que decir que David Coverdale ha perdido muchísima voz desde la última visita, y se apoya en exceso en el público y en los coros de la banda para intentar disimularlo. Pero como frontman sigue siendo un fuera de serie. No paró de moverse en todo el concierto, coqueteando con toda fémina que veía entre el publico. Algunas podrían ser sus hijas pero ¡qué demonios! ¡Estamos hablando del Love Hunter!

Llegamos a la parte más tediosa del show: los dichosos solos. Fueron mas de diez minutos de virtuosismo por parte de los dos guitarristas, y tras otro tema nuevo, “A Fool in Love”, otros tantos de solo de batería. A ver, sabemos que ambos son buenísimos guitarristas, y que por mucho que lo intente, Chris Frazier no es Tommy Aldridge (prácticamente NADIE lo es), así que podrían haber recortado el tiempo de ambos solos e incluir algunos temas más en el repertorio.

Una bonita rendición acústica de “Ain’t Gonna Cry No More”, y “Do It All for Love “, también del nuevo disco nos condujeron a una recta final del concierto que puso la sala patas arriba. Estamos hablando de “Guilty of Love”, “Gimme All Your Love” y “Here I Go Again”, con la que se despidieron, del tirón. Para el final habían dejado dos perlas: la extraordinaria “Still Of The Night” (que sí, que es una copia de Zeppelin, pero ¡menudo temazo!) y el clásico de Deep Purple, “Burn” con fragmento de “Stormbringer” incluido, con la cual, ahora sí, se despidieron definitivamente mientras sonaba por el PA, la clásica “We Wish You Well”.

Fue un gran concierto, no cabe duda. Ahora bien, faltaron muchos temas. Muchísimos. Lamentablemente, creo que debemos dar por perdida la batalla de que Coverdale recupere canciones del periodo anterior a 1987. Los actuales Whitesnake son una espectacular banda en directo, pero David Coverdale no debería olvidarse tan a la ligera de un pasado tan brillante. Como me dijo un buen amigo hace poco: “Coverdale debería tener en cuenta que “1987” le dio la fama, pero todos sus discos anteriores le dieron el prestigio”. Más razón que un santo.

[amazon_link asins=’B001807OAA,B00BV9S01U,B0027HB9UY’ template=’ProductCarousel’ store=’rockandrollar-21′ marketplace=’ES’ link_id=’554e47a5-c4a9-11e7-8513-019d0f54b951′]

Comentarios

Comentarios