Que la desapacible noche de domingo en Barcelona no era la más indicada para salir, es obvio. Pero eso no justifica que un cartel tan interesante no reuniera ni a 50 personas en la sala Mephisto. Realmente, era un panorama desolador ver tan poca gente reunida para un concierto de Rock n’ Roll.
Y es que Skew Siskin nunca ha sido una banda con mucha fortuna. Llevan funcionando desde 1992, y han ido editando discos periódicamente, aunque nunca han llegado a conseguir el reconocimiento que merecen, en base a la calidad de sus trabajos. En 2003 vivieron un tímido conato de éxito con la edición de “Album of the Year”, para después volver al semiostracismo que ha caracterizado su carrera (casi nadie parece haberse enterado que desde entonces, han editado un recopilatorio, “Devil’s Disciple”, en 2005, y un nuevo álbum, “Peace Breaker”, en 2007). Tampoco han ayudado los continuos cambios de formación en el seno del grupo, siendo Nina C. Alice y Jimmy Voxx los que han permanecido todos estos años al frente de la banda, con vaivenes continuos de baterías y bajistas.
A pesar de todo, la banda continúa inasequible al desaliento, girando constantemente; y en esta ocasión se han acercado a estos lares. La de Barcelona, era la última fecha de la gira española que también les ha llevado a Gijón y Bilbao, presentando “Peace Breaker”.
Sweet Little Sister ejercieron de banda telonera en esta ocasión. Un grupo procedente de Valencia, del que tenía pocas referencias (y, siendo honesto, no todas muy buenas). Pues bien, lo que el que suscribe presenció el domingo, fue un auténtico conciertazo de Rock n’ Roll, con una banda pletórica, manejando con descaro a la escasa audiencia que se encontraba a aquellas horas en la sala. Ya desde la inicial “Rock n’roll 24/7” (tengo el estribillo clavado en el cerebro desde entonces), se vio lo bien que se desenvuelve esta gente sobre las tablas. Dos guitarras muy competentes y conjuntados, una base rítmica sencillamente brutal, y una frontwoman a prueba de balas, con una voz agresiva pero deliciosa. Cayeron temas de sus dos discos, aunque dieron más protagonismo a su reciente “Apocalipstick” (¡¡Adoro este título!!) Me gustaron especialmente “Showgirl”, “Chainsaw Fever”, y la cachondísima “Alex and the Sweet Transvestite”. Mención especial para la tórrida versión de “Born to Raise Hell” de Motörhead, con Wildwild Lau, la bajista, ejerciendo de voz solista y Sansi, el nuevo batería de los Siskin, haciendo coros; y para la de “Rock and roll all Nite” de Kiss. Acabaron con el tema que daba título a su primer disco, “Livin´ Rockin´”, y una gran versión de “Highway to Hell”, cantada por las tres componentes femeninas. Sweet Little Sister pueden y deben hacerse un nombre en el panorama nacional, y con shows como este, definitivamente están en el buen camino.
No tuvimos que esperar mucho, para que Skew Siskin se subieran al escenario, y arrancaran con “Genocide”, a toda pastilla. De todas formas, la banda se veía un poco fría, seguramente a causa del poco público, aunque el ambiente se fue calentando a medida que iban sucediéndose los temas. Me sorprendió ver que siguen tocando canciones de los primeros (y casi desconocidos) discos. Pepinazos como “Out of Sight, out of Mind”, “Shoot out your Light” o “Life´s a bitch”, se intercalaban con los temas de su reciente “Peace breaker”, como “Ridin´with the Devil”, “We’re an Institution” (toda una declaración de principios) o la espídica “Hit you Harder”. Nina C. Alice es una frontwoman fuera de serie, con una voz rasgada muy característica, que no brilló especialmente debido a que el sonido no fue demasiado bueno. Inevitablemente, Nina es el punto de referencia visual, ya que tanto el bajista como el guitarrista son elementos bastante estáticos, aunque instrumentalmente impecables. Agradecí especialmente los temas de su anterior “Album of the Year”, mi disco favorito del grupo, del cual cayeron “The Goddess”, “Shake Me” (tremendísima) y “Jesus of Cool”. Una lástima que se dejaran dos temazos como “We Hate” y especialmente “White Trash”, pero bueno, no se puede contentar a todo el mundo.
Con la banda funcionando ya a plena potencia, se marcaron un “Fuck you”, tema que aparecía en su Ep, “Voices from the War”, el cual tuve el honor de corear con el micro de Nina (claro que, teniendo en cuenta que eramos tres personas en primera fila, tenía un 33% de posibilidades de que me tocara a mí…), la inédita (únicamente editada en el recopilatorio, con Lemmy haciendo coros) “B4”, y una extensa “In Another World”, de su álbum debut, con una jam en mitad de la canción, con guiños a Led Zeppelin y Jimi Hendrix. “Living in the Redline”, del primer disco, fue la elegida para cerrar el show, aunque la banda volvió a salir a escena poco después, visiblemente agradecida por la respuesta del reducido, pero entusiasta, grupo de gente que asistió; para interpretar “If the Walls Could Talk”, primer single de la carrera del grupo, que fue recibida como un auténtico clásico por el público.
Los que decidieron quedarse en casa esa noche, se perdieron un gran concierto de Rock n’ Roll sudoroso, con dos bandas dándolo todo en un escenario; que únicamente quedó deslucido por el sonido algo enmarañado, y la poca afluencia de público. La próxima vez no os lo perdáis. Estáis avisados.