Joan Jett + Motorhead + Alice Cooper en Wembley Arena (17-11-07): Rock the Caspa

4.2/5 - (35 votos)

El acontecimiento más caliente de este otoño (con permiso del nuevo DVD de Sigur Ros…) nos llevaba a la pérfida Albión a rememorar tiempos (mucho) mejores en cuanto a Ruack.

Inglaterra 2007… uhm veamos… cerveza caliente, Babyshambles, mierda de perro para almorzar, hordas de paletos descerebrados, cocinas con moqueta, desagradables pelirrojos, niñatos trendys, absurdos mercadillos, y sobre todo: inglesas feas de cojones. Por todas partes asoman sonrosadas gordas melladas, con los tatuajes más cutre-talegueros desde G.G. Allin.

La verdad es que el panorama acojona, y es cierto que si Wellington levantara la cabeza, seguramente mandaría fusilar a los Arctic Monkeys al ritmo de “Iron Man”, pero desgraciadamente txabales, esto es lo que hay actualmente en Londres, y qué cojones, tiene cierto encanto y un saco de risas que no te las quita nadie.

Y la noche de autos, por supuesto, también tenía un festi de los que no se estilan. Tres clásicos del Rock, de estilos muy dispares pero con clase, talento y calidad fuera de toda duda. Como el 90% de lo que pasea actualmente por el NME vamos…

Abría la diosa Joan Jett, la mujer más sexy del Rock y una de las más carismáticas ever, y salió a la grande con “Bad Reputation” derrochando clase y macarrismo. Ella estuvo soberbia, pero a la gente parecía importarle tanto como un accidente de bici en Pekín, y sólo salieron de su amuermamiento con “I Love Rock n´ Roll”. El final con “I Hate Myself for Lovin´ You” a-po-te-ó-si-co, pero eso sí, Miss Jett merece ser vista en una sala delante de su público.

En cuanto al concierto de Motorhead, podría usar muchos términos alegóricos y bellas metáforas para definirlo, pero creo la cosa se explica bien con el siguiente vocablo: TREPANACIÓN.

Qué volumen, qué hijos de puta, qué sangrado de oreja. Puedo asegurar que la cosa dolía de verdad, y creo que ha sido la vez que más alto les he visto tocar (y ya es decir).

El principal problema es que el repertorio fue bastante castaña, y se dejaron fuera mil clásicos como “I’m so Bad (Baby I Don´t Care), “Love Me Like a Reptile”, “Orgasmatron” o “Motorhead”. Eso sí, la canción bluesy que se marcaron en acústico moló tela, pero habría molado que esa parte hubiera consistido de dos o tres temas y no sólo una (que parecía que tenían que pedir perdón a sus fans más cazurros por hacerlo).

Finalmente el turno para Alicia Furnier, que demostró que la vuelta a su sonido clásico de los dos últimos discos le sienta de fábula. Se encuentra en forma, disfruta, manda y tiene una banda fantástica, con Keri Kelli repartiendo a la guitarra en lugar del también grande Eric Dover, y con un Eric Singer que se podía meter sus solos de batera por el culo.

Eso sí, diluvio de clásicos ("Only Woman Bleed", "I'm Eighteen", "Elected", "Under My Wheels"…) y gran final que nos deja con una enorme sonrisa en la boca.

Gran noche, gran festival y toneladas de caspa "England Style" entre la concurrencia. Parece mentira que Marc Bolan caminara entre ellos…

 

[amazon_link asins=’B000FKP41U,B017N8GH4E,B00O9ZSM9S’ template=’ProductCarousel’ store=’rockandrollar-21′ marketplace=’ES’ link_id=’7d95ca00-ba5e-11e7-bd55-c77d7c9072f8′]

Comentarios

Comentarios