El pasado viernes llegaba a Bilbao la primera gira española en toda regla del neoyorquino Jesse Malin. Después de la breve visita del ex líder de D Generation en acústico de hace casi un año, algunos ya teníamos ganas de que volviera, sobre todo teniendo en cuenta que a primeros de año se cayó la península de la gira que le trajo por Europa presentando “Glitter in the Gutter”. Es este quizás su disco más completo, sobre todo tomando como referencia su anterior “The Heat”, album fallido incluso para su propio autor. No obstante en Bilbao tocaría tres temas de este disco. Y por supuesto no cayó nada de D Generation ni de otros proyectos posteriores como Bellvue. Pero tampoco se echaron de menos, quizás porque ya sabíamos que no iba a ocurrir.
Da un poco de pena que el viernes coincidieran en Bilbao tres eventos que pudieron restarse algo de público entre ellos: Hermano, Safety Pins y el propio Jesse Malin. Como resultado tuvimos un Kafe Antzoki con unos tres cuartos de entrada aproximadamente, aunque el público se mostró muy entregado en todo momento, tanto la gente que conocía su trayectoria en solitario como la gente que se acercó por curiosidad.
Como teloneros de la amplia gira (cinco fechas) han sido elegidos los barceloneses Ovni. Da la casualidad de que este era su segundo concierto en la capital vizcaína en el lapso de menos de un mes. Quizás por ello el poco público que había llegado a la sala para cuando salieron al escenario pareció divertirse y aplaudió (eso sí, tímidamente) las evoluciones del cuarteto barcelonés más argentino. Fueron cuarenta minutos con un sonido impecable (y también más duro y menos pop que en disco) en los que tuvieron cabida muchos temas de “Aterrizaje!” y también algunos antiguos, como el para mí mejor tema de “1984”, “Pierdo el control”, que fue con el que se despidieron del escenario bilbaíno.
Tras ellos salió Jesse Malin, a quien cubren correctamente las espaldas unos músicos muy jóvenes aunque lo suficientemente solventes. Destaca quizás el batería, que ha sido elegido por nada más y nada menos que el mismísimo Trent Reznor para la próxima encarnación de Nine Inch Nails Live. Pero el único y absoluto protagonista es Jesse Malin. Su carisma escénico es más que evidente, y aunque en solitario haya tomado una senda más tranquila, todavía pueden verse arrebatos de furiosa actitud punk, y speeches llenos de mala hostia. Uno en concreto me trajo a la memoria las últimas palabras que pronunció durante el último concierto de D Generation, (“We're not a punk band… we're not a glam band… we're not a hair band… I don't think we're a funk band… we haven't gone goth yet… we're just D Generation… be good”). Personalmente me emocionó mucho cuando dijo que la música era su trabajo, y que su trabajo consistía en alegrarnos la vida a los que vamos a ver sus conciertos.
Pero el momento más emocionante del concierto es cuando la banda acomete “Don’t Let Them Take You Down” durante los bises, momento que aprovecha Jesse para soltarnos otro de sus discursos en el que nos insta a que no dejemos que nadie nos joda el día. En total fueron dos veces las que se retiró del escenario y volvió a salir, completando al final alrededor de hora y media. Ya que los rumores de reunión de D Generation parecen haberse quedado en agua de borrajas esto es lo más parecido que podemos encontrar (aunque como le comentó a un fan tras el concierto, solo es necesario que alguien ponga el dinero sobre la mesa; desde aquí hago un llamamiento para que los promotores de este país se pongan las pilas).
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