Dentro de la gira “Greatest Hits Tour 2007” que actualmente está llevando a cabo, Rod Stewart, el vocalista de la voz rasgada, aterrizaba en la ciudad de Zaragoza el pasado martes y en plena celebración de las fiestas patronales de la ciudad. Este era además el único concierto en España, razón por la que el pabellón registraba una entrada bastante buena, rozando el lleno absoluto (unas 10.000 personas según la organización).
Y al ser una gira de grandes éxitos eso es precisamente lo que nos ofreció Rod the Mod: temas propios como los archiconocidos “Do Ya Think I’m Sexy”, “Maggie May”, u otras perlas menos conocidas de su repertorio pero no por ello carentes de calidad como “Dirty Old Town”, “The First Cut is the Deepest”, “Hot Legs”, además de “It’s a Heartache” de Bonnie Tyler o “Father and Son” de Cat Stevens por ejemplo, temas incluídos en su último album de estudio “Still the Same… Great Rock Classic of Our Time”. Como curiosidad decir que al presentar “Father and Son” comentó que era un tema de su buen amigo “el terrorista Cat Stevens”.
El montaje, bastante sobrio, consistente en una pantalla gigante en la que se proyectaban tanto imágenes en directo así como algunos videos (“Father and Son” por ejemplo sirvió de homenaje a la familia de Stewart, en especial su padre). Tampoco hacía falta mucho más. La banda era lo suficientemente extensa como para que no se echara en falta nada más.
A mí, que prefiero la vertiente más rockera de Rod Stewart, el concierto me pareció que tuvo buenos momentos, pero sin llegar a emocionarme del todo. Y es que es lo que tiene un artista como él, que atrae a todo tipo de público y que hay que contentar tanto a la señora de cincuenta años que acude a este tipo de eventos como si de un acto social se tratase, al treintañero que creció viendo por televisión sus coqueteos con la música disco, o al rockero de toda la vida, ese que conoce su carrera anterior a los años 80 y que sabe que una vez militó en una banda de Rock n’ Roll llamada The Faces.
Además hubo algunos detalles que pueden parecer tonterías, pero que para mí acaban por desvirtuar un poco lo que se supone que es un show de Rock. Por ejemplo, el hecho de saber desde el segundo tema que el concierto va a durar dos horas y va a incluir 25 canciones creo que le resta un poco de espontaneidad. Hoy en día y gracias a internet uno puede tener información muy precisa de en qué consisten los shows de los artistas casi a los pocos minutos de acabar un concierto, pero oír eso en boca del protagonista para mí resulta un poco triste. Es casi como decir “os voy a cantar dos horas, así que cuando acabe el tiempo no pidáis otro bis”. No hace falta que lo digas, Rod, lo sabemos, pero deja que haya cierto espacio para la sorpresa, ¡¡¡que se trata de Rock n’ Roll!!! Y el hecho de tomarse un pequeño descanso hacia mitad de concierto tampoco ayuda demasiado; o el lanzamiento de balones de fútbol al público, que puede estar gracioso, pero…
Pero siendo consciente de todo esto, que Rod Stewart es hoy por hoy un artista para toda la familia, uno tiene que acudir a su concierto sin ninguna expectativa muy alta y dispuesto a dejarse llevar y disfrutar, porque no van a caer ni “Stay with Me” ni “Stone Cold Sober”.
Pero dejaré de divagar y me centraré en el concierto en sí. A día de hoy Rod Stewart anda un poco justo de voz, hasta el punto que me dio la impresión de que a las coristas le habían puesto menos volumen para que no se notara demasiado. El sonido me pareció bastante “blandito”, con un volumen no demasiado alto. El repertorio es bastante equilibrado entre temas más tranquilos y temas rockeros, aunque en mi opinión se inclina demasiado hacia la comercialidad baladística.
En definitiva, un buen concierto, pero no un GRAN concierto. Rod, sí pero…
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