THE SEVENTH VICTIM ( la séptima victima )
Marck Robson, 1943
A principios de los años 40, Val Lewton produjo para la RKO una serie de películas de corte fantástico/terror que a pesar de sus bajos presupuestos – lo que las metería directamente en el saco de la mejor serie b – mas de 60 años después siguen manteniendo toda su frescura y su magia, incluso algunas de ellas el paso del tiempo no ha hecho mas que aumentar su grandeza.
Eran películas en las que predominaba el terror psicológico, donde el miedo no provenía de hombres lobo, vampiros o viejas casas embrujadas sino mas bien de los propios demonios interiores del ser humano. Personajes aparentemente normales que se veían envueltos en mundos sobrenaturales por carambolas del destino donde todo se nos sugiere mas que se nos muestra, lo que le daba a estas películas una atmósfera estremecedora e inquietante.
Tres fueron los directores con los que contó Lewton para sus producciones, Tourneur (la mujer pantera, yo anduve con un zombie…), Robert Wise ( el regreso de la mujer pantera, el ladrón de cadáveres…) y por último el hombre que acercamos hoy hasta esta sección, y quizá el menos conocido de los tres para el aficionado profano, Marck Robson.
Si hay que ver tres películas de Robson – olvidémonos de exitos posteriores como “terremoto“ o “cumbres borrascosas“ – son sin duda la trilogía que dirigió bajo la producción de Lewton para la RKO, “ la isla de los muertos“, “bedlam“ y como no su opera prima, “la séptima victima“.
La séptima víctima inaugura el tema de las sectas satánicas en la historia del cine y junto a “la semilla del diablo” de Polanski y “la noche del demonio” de Tourneur sean posiblemente las tres mejores.
Mary, una joven que estudia en un internado, va a Nueva York en busca de su hermana Jacqueline (una Jean Brooks de una perturbadora belleza en esta película, con una peluca a lo Cleopatra) ya que hace tiempo que no tiene noticias de ella y sospecha que le haya podido pasar algo. Tras realizar una serie de pesquisas se dirige a un hostal donde su hermana tiene una habitación alquilada desde hace unos meses, pero por la que suele aparecer poco.
Tras convencer a los dueños del hostal de que le abran la habitación para ver si hay alguna pista que la pueda conducir al paradero de su hermana – hay que decir que los propietarios del hostal no entran nunca a la habitación por orden expresa de Jacqueline – los tres quedan aterrados al ver que en la habitación hay una soga colgada del techo con una silla debajo.
A partir de aquí Mary se da cuenta de que su hermana anda metida en serios problemas, y con la ayuda de un veterano detective, un distinguido abogado – que luego resultará ser el marido de Jacqueline , y por lo tanto su cuñado – un bohemio poeta, y un extraño psiquiatra acabará averiguando que su hermana pertenece a una secta satánica llamada los paladistas, que tienen unas reglas muy particulares para con los
ex-miembros que intentan traicionarlos. Un brusco y desesperanzador desenlace pondrá fin a esta oscura e intrigante película.
La película es sorprendentemente moderna, retratándonos una Manhatan mórbida y oscura, llena de personajes siniestros y retorcidos, incluso Robson se atreve ya entonces a mostrarnos a un grupo de lesbianas.
Mezcla perfecta de cine negro, terror, intriga es con una de esas películas que no deberíais dejar escapar, además ha sido editada hace poco en DVD.
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