Monsters of Rock 2007: Ozzy es dios

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Ozzy Osbourne en el   Monsters of Rock

Volumen brutal, como si de un disco de Barón Rojo se tratara, largas melenas al viento (y cómo pegaba el cierzo por cierto), miriadas de camisetas negras, tatuajes, litros de cerveza, urinarios portátiles, carpas musicales con futbolines,… todo esto y mucho más se pudo ver por segundo año consecutivo en la capital maña (o más bien en sus alrededores). Porque los días 22 y 23 de junio pasados tuvo lugar en la Feria de Muestras de Zaragoza la edición 2007 del festival metálico por antonomasia, el Monsters of Rock, con un cartel más amplio que el del año anterior que solo fue de una jornada, y con algunos grupos quizás más atractivos también que en el 2006 (Ozzy Osbourne, Slayer, Megadeth, Black Label Society, Motörhead,…).

 
Allí enviamos el primer día a dos de nuestros redactores, Natxolas y Javi Diesel, para que se empaparan del ambiente (mucho nos tememos que también se empaparon de alcohol en la carpa, pero ese es otro tema) y nos contaran lo allí acontecido.
 
Su principal objetivo, incluso por encima de la cerveza Ambar, esa birra que es el orgullo de todo maño que se precie, relatarnos con mimo el concierto de Ozzy Osbourne, el Madman, Príncipe de la Oscuridad y mítico vocalista tanto en solitario como con Black Sabbath, los padres de todo esto chavales. Así que aquí tenemos dos visiones distintas pero complementarias de lo allí visto por este par de iletrados. Lo que leeréis a continuación es el fruto de sus divagaciones y demás sinsentidos. Ánimo con la lectura, lo necesitaréis…
 

 

Primera parte: Natxolas opina

 

Bueno, estaba claro a lo que ibamos, y se escribe con cuatro letras: O-Z-Z-Y. De hecho llegamos poco antes de la actuación de Megadeth; por delante de ellos solo quedaban Children of Bodom y el Madman. Gracias a esto no tuvimos problemas como los que se vivieron a primera hora del pasado viernes 22 en la entrada del recinto de la Feria de Zaragoza. La afluencia de público en esas primeras horas provocó largas colas para conseguir la preciada pulsera que daba acceso al festival, y también que se extendiera un considerable cabreo entre muchos de los presentes, que incluso derribaron algunas vallas. El librarse de la turra de Mago de Oz era un aliciente más para no acudir temprano, aunque para ello también tuviéramos que prescindir de los Black Label Society del enormísimo Zakk Wylde y de Brujería, que abrieron la tarde. ¡Y qué cojones! Que cuando recogí mi acreditación ví por allí al Pirata, toda una institución de la radio y del Heavy Metal de este país.

 

Dave Mustaine repartiendo   riffsPero bueno, vayamos al grano con lo que sí presenciamos. Megadeth salieron al escenario a eso de las 21:00h de la noche, cuando todavía era de día. No sé quién sería el iluminado que programó los horarios pero colocar a la banda de Mustaine cuando todavía lucía el sol y antes de Children of Bodom me parece un error (también que BLS tuviera que actuar en segundo lugar por ejemplo). Aún así, y tirando de clásicos en su mayoría, Megadeth me sorprendieron. Hace años que no les presto demasiada atención, y deseaba que ofrecieran un buen show nostálgico, pero tampoco confiaba mucho en ello. Era más la expresión de un deseo que otra cosa. Sin embargo Mustaine salió a matar y dio una lección de lo que debe ser un concierto de Thrash Metal (si es que todavía hoy puede utilizarse esa etiqueta). Me resultaría difícil citar todo el set list, aunque puedo decir que no faltaron temas como “Hangar 18”, “Peace Sells”, “Holy Wars” (con partes de “The Mechanix” intercaladas tras el solo moruno central de la canción), o “Tornado of Souls”, con una ejecución impecable a la vez que rabiosa. Los pelos como escarpías al observar a todo el recinto corear el estribillo de “Peace Sells”.

 

Sí, me faltaron clásicos, evidentemente, pero Megadeth me ofrecieron mucho más de lo que yo esperaba para un concierto suyo en el año 2007. Además hay que tener en cuenta que solo contaban con una hora para desarrollar su set. Dave Mustaine se mantiene bastante bien físicamente, y de voz no parecía ir excesivamente justo. Y la banda que lleva actualmente es bastante buena. Siempre echaré de menos a Dave Ellefson, el que fuera su mano derecha durante tantos años, pero los nuevos miembros cumplen a la perfección. A ver cuánto le duran…

 

Tras Megadeth tocaban como ya hemos dicho los fineses Childrem of Bodom. En este punto también lo teníamos claro la expedición de Rockandrollarmy.com: eran el grupo de la cerveza, así que llegó el momento de pasar por boxes a repostar, darse una vuelta por el mercadillo o la carpa y de cenar alguna cosilla. Aún así llegamos a ver algo del final de CoB, lo suficiente para darnos cuenta de que no se nos había perdido nada por allí.

 

Zakk WyldeY por fin, a eso de las 0:15h de la noche, llegó el momento por el que habíamos ido allí. Porque para qué vamos a engañarnos, nosotros solo queríamos headbangear con Ozzy. Era nuestra primera vez y probablemente también será la última. Tras la introducción del “Carmina Burana”, el Madman y su banda tomaron el escenario. A pesar de sus problemas de salud, Ozzy sigue manteniendo bastante de su (poca) voz. Qué más dará que parezca un hombre senil, que sus movimientos sean torpes o que tenga los cojones de largarse del escenario sin regalarnos “Crazy Train” en los putos bises. Da lo mismo. Mientras tenga a una potente banda que le respalde y toque la mayoría de sus clásicos yo no le voy a poner ningún reparo a un show suyo. Y es que esa banda que lleva es enorme, amigos. Siempre se ha caracterizado por reclutar a buenos músicos, y los que lleva actualmente no son mancos precisamente. Empezando por el ex Faith No More Mike Bordin, que no paró de destrozar baquetas durante todo el show, pasando por el bajista Blasco, y terminando por un Zakk Wylde que está inconmensurable en todos los sentidos, física y musicalmente. El tío impone, vamos. Además hay un teclista de apoyo que borda la intro de “Mr. Crowley”.

 

Pero bueno, que el protagonista absoluto aparte del vocalista es Zakk Wylde. Me atrevería a decir que un 80% del show se apoya en su guitarra. Incluso ejecuta un furioso solo que a mí por lo menos no se me hizo para nada pesado. Como he dicho en otra parte, si Ozzy es dios Zakk Wylde tiene que ser por fuerza su hijo y el Espíritu Santo es un Randy Rhoads que levanta su pulgar en señal de aprobación allá donde se encuentre.

 

Aún así y como ya he comentado antes el concierto acabó antes de lo esperado con “Paranoid”, el clásico de Black Sabbath. Se ve que a Ozzy le pareció poco entregada la multitud (prometió al salir a los bises hacer hasta 3 o 4 temas más si eramos lo suficientemente ruidosos) y nos quedamos sin “Crazy Train” o sin “War Pigs” que por lo visto están interpretando algunas noches durante esta gira. Aunque sonaran “I Don’t Know”, “Mr. Crowley”, “Mama I’m Coming Home”, “Bark at the Moon” o “Suicide Solution” entre otros, nos quedó un regustillo un poquito amargo. Después solo nos quedaba ya la carpa (en la que había 2 futbolines ¡qué gran idea! id tomando nota los Azkenas y similares, que tal y como está el cartel a estas alturas de partido…), los litros de cerveza Ambar, la pinchada de Rafa Basa y El Pirata al 12 de volumen, los solos de air guitar y las greñas ondeando al cierzo. La segunda jornada del festival lamentablemente nos la tuvimos que perder, nos esperaban los Stones en Donosti al día siguiente.

 

 

Segunda parte: Javi Diesel dice: MORID MODERNOS

 

 

Dios sabe que el mundo es extraño. En H & M venden camisetas previamente desgastadas de los Clash, Pete Doherty el mas a-talentoso yonkarra desde Sid Vicious se convierte en Pop Icon por la gracia de cepillarse (poco, imaginamos) a otra yonkarra top model,  deliciosas pijuelas con perlas en las orejas, lucen ahora cinturones de pinchos y calaveras envolviendo su cuerpo, sin ser conscientes de que aquello tenga alguna implicación mas allá de la puramente estética, etc…

 

En estos momentos de confusión en Occidente, sólo un hombre, un coloso puede quitarnos la venda de los ojos y hacernos ver el verdadero camino, alcanzar la iluminación a base de jodida heavy metal music. Su nombre es Ozzy Osbourne, estuvo el viernes en Zaragoza y por un momento fue como si nunca jamás hubieran existido Radiohead.

 

Llegamos tarde al festi con dos ideas básicas en la cabeza, necesitábamos metal y necesitábamos cerveza, mucha cerveza. Lo segundo se subsanó fácilmente y en breve nos hallábamos como Massiel, enfrente de MEGADETH disfrutando de lo primero. La última vez que via a los Megamuerte en el Gods of Metal de Bolonia aquello fue un mojón de dimensiones épicas, la banda que acompañaba al rubio de San Francisco era nefasta (y vestían fatal)  y la verdad es que no esperaba mucho de ellos, sin embargo esta vez Mustaine ha sabido rodearse de una banda muy competente, que llena el escenario como se debe y con un guitarra que sabe replicar con elegancia los cojonudos solos de Marty Friedman. Fuero cayendo clásicos trasheros adolescentes como “Peace sells…” o “Hangar 18” para deleite de la que fue txabalería hace ya 15-20 años.

En resumen gran bolo de Megadeth, del que también destacaría el grandísimo PELAZO del bueno de Dave. Quien lo pillara.

 

Después de los cansinos CHILDREN OF BO(re)DOM. y tras aplicarnos una cantidad estúpida de cerveza, tomamos posiciones para encontrarnos por fin con nuestro grandérrimo personaje: el puto Madman.

 

ozzy   black rainComo he dicho, la cosa iba de sentar cátedra, así que fuera ostias: la banda (luego hablaremos de la puta banda) abre con el todopoderoso riff de “Bark at the moon” y aparece Ozzy corriendo como…, como…bueno, como Ozzy, de lado a lado del escenario y mojando al público con una manguera de agua. Éxtasis metálico amigos (este es el momento para que dejes de leer, pequeño fan de Björk). Después , sólo hitazos como “Mr. Crowley” , “I don´t know”, “Suicide solution”, “Mama I´m comin´ home”, antes de acabar esta pedazo de lección de Classic Rock con “Paranoid”. Ozzy se encuentra sorprendentemente bien de voz, fisicamente en forma, y tan entrañable que dan ganas de decir: “Papa, mama, este es Ozzy y se queda a vivir con vosotros. Cuidádmelo.”, esas palmas desacompasadas, ese colgarse en el micro…. Qué grande es este hombre. La banda, pues posiblemente una de las mejores bandas de Rock que puedes ver en la actualidad: Blasco (Rob Zombie) al bajo, Mike Bordin (Faith No More) a la batería y Zakk Wylde (Black Label Society) metiéndose, con éxito y a su personal manera, en los enormes zapatos de Randy Rhoads. El vikingo cabrón de Zakk nos dio una auténtica lección de guitarra heavy, sobradísimo de técnica, de actitud y de gusto, tocó las canciones de la época Randy con un sentimiento y un oficio al alcance de muy pocos. No en vano Mr. Wylde era el que decía (…atención niñatos artpunks): “Hago solos de guitarra porque me gustan y porque sé hacerlos. Si tu no tienes el talento, es tu jodido problema. Yo tengo el talento para ello y los haré siempre porque los adoro” (Guitar World 2004).

 

Y si el solo de guitarra que se marcó con todo el escenario para él, no te gustó, estabas en el festival equivocado, así que mejor prueba en el Sonar, maldito moderno, o vete a que te lama la pija un perro al sol de Tarifa. Esto es heavy metal, esto es grande ROCK hecho por los mejores, y sí, esto es más necesario hoy que nunca.

 

 

 

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